Presentado en una elegante ánfora como símbolo de su carácter artesanal, rústico, mediterráneo y ancestral, este es un aceite de tanta calidad que antiguamente era conocido como Aceite Sagrado, ya que solo se permitía prepararlo a los sacerdotes de Calabria. Se elabora siempre a mano con aceite de oliva virgen extra de extracción lenta (mínimo 30 días), en el que se maceran chiles calabreses cosechados en verano y secados naturalmente al sol, que lo impregnan con su picante dulce y aromático sin que el aceite pierda su sabor original. Un aceite de sabor profundo y natural, genuinamente mediterráneo y sencillamente delicioso.